El autobronceador le juega una mala pasada a Georgina Rodríguez

El Festival de Cannes siempre produce un efecto refrescante por la cantidad de rostros conocidos que se dejan ver por la costa francesa. Una de las últimas en pisar la alfombra roja del prestigioso festival ha sido Georgina Rodríguez. La modelo ha decidido poner punto y final a sus idílicas vacaciones en Mallorca para convertirse en centro de todas las miradas por unas horas. Y lo consiguió.

Bien es cierto que su arriesgado look sobre la alfombra roja robó todas las miradas. Jean-Paul Gaultier firmaba el espectacular vestido que la española lucía y que recordaba -una vez más- a Kim Kardashian, por cómo realzaba sus curvas. Se trataba de una pieza confeccionada en cuero, con una gran apertura en la zona de la falda y una trenza que cruzaba desde el hombro izquierdo hasta la cintura opuesta. A destacar también el resto del torso del vestido, hecho con tiras de cuero y con terminación en unos flecos que caían sobre la pierna descubierta. Una elección valiente pero ganadora.

Pero Georgina Rodríguez dio una de cal y otra de arena. Si su ‘outfit’ fue todo un éxito, no se puede decir lo mismo de su ‘look beauty’ para acudir a la fiesta posterior a la gala. La lujosa firma de joyas Chopard organizó una velada con los asistentes a Cannes y allí no podía faltar ella.

El vestido salmón que lució resaltaba más todavía el increíble tono dorado que tenía su piel, fruto de los días al sol en Baleares. Sin embargo, quizá no de la mejor manera ya que los efectos del autobronceador fueron bastante palpables. Se vieron especialmente antes de subir al photocall. Su pelo recogido en una coleta con trenza dejaba entrever algunas zonas de su piel, especialmente la nuca, mucho menos bronceadas.

La mezcla de rayos de sol, autobronceador y el tono moreno de su piel han hecho que la novia de Cristiano Ronaldo luzca un dorado muy marcado. Su gusto por tomar el sol y por estar morena es una pasión que comparte con el futbolista portugués.

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La pareja ha estado disfrutado de sus vacaciones de verano en las idílicas calas de Mallorca. Lo han hecho a bordo del yate de 6 millones de euros que CR7 adquirió el pasado año. Con ellos han estado otros amigos, como es el caso del periodista Edu Aguirre y su novia, junto al primer hijo de ambos. Para alojarse eligieron una envidiable casa ubicada en el norte de la isla, concretamente en Castell de Manresa (Alcudia) con unas vistas de ensueño a la bahía de Pollença. Mismo lugar donde Rafa Nadal contrajo matrimonio con Xisca Perelló en el año 2019.

En material personal, Georgina Rodríguez también está de enhorabuena porque ya ha lanzado su primera colección de joyas. Una línea que tiene su inconfundible sello y que se encuentra a la venta.